Qué onda, esos que me leen (que de momento son menos jaja)!
Ya iniciamos el quinto mes del
año y esperemos que este se tome su tiempo para retirarse, no como abril que se
fue en un abrir y cerrar de ojos.
Pues el día de hoy después de darle
muchas vueltas a posibles temas, he decidido hablar de algo que evito por mera
practicidad: la política. Está demás decir, quien me conoce lo sabe, que mi
ideología política es bastante firme y la mayor parte del tiempo opto por
evitar el tema. Nada tiene que ver con temor a la burla o por no tener elementos
para defender mi postura; es simplemente que me resulta más práctico evitar el
tema para no engancharme en pláticas interminables donde cada uno cree que está
en lo correcto y que el otro es básicamente un pendejo por no pensar igual.
De verdad, para mi es más fácil
hablar de religión o de futbol que entrarle al tema de la política. Me apasiona
demasiado, me dejo llevar y a veces no mido. Pues bueno, algo así me paso hace
un rato en una publicación hecha por mi madre. Hay que mencionar que una
fracción de mi familia es priísta... Si, duele admitirlo pero en algún punto lo
tenía que hacer. Tengo a mi propio Bebexho en casa y es de las cosas más
deprimentes.
Pues bueno, resulta que un simple
comentario como "Me consterna que alguien joven defienda la
postura "analítica y concienzuda" del gobierno priísta y sus super
reformas. Eso es más preocupante." hizo que se pararan de pestañas
y ni para que contar el resto de la desafortunada publicación.
Muchas veces se habla de una
división en la sociedad, causada por diferencias políticas. Desde el Gobierno,
ideológicamente lo disfrazan o justifican como una “lucha de clases”, o también
lo llaman “lucha de intereses”. Aunque aquella regla tácita de no hablar de
política ni de religión en reuniones sociales es muy antigua, lo cierto es que
en los últimos tiempos se ha roto sin que nadie se lo hubiera propuesto. Y de
la peor manera. Ocurre de las formas menos pensadas. Apenas alcanza con que una
palabra caiga sobre el combustible de la actualidad política nacional para que
todo arda.
Vamos, que en este momento se
respira un ambiente politizado. No hay una sola red social que se vea ajena y
no es que esté mal, es bueno involucrarse, lo malo es apasionarse sin
miramientos. La frecuencia de las peleas entre familiares y amigos sucede aun
entre personas de probada tolerancia que hasta crecieron en estructuras
familiares y educativas muy similares. Incluso amigos de toda la vida con un
pensamiento concordante sobre los grandes asuntos públicos.
Para cerrar el tema, doy como
consejo no pedido evitar apasionarse cuando se hable de política. Igualmente
mantener la mente abierta y no engancharse. Tener en la cabeza la premisa de
que discutes con alguien a quien le tienes aprecio y que, aún cuando no
comparte tu forma de pensar, no es una persona tonta (existen excepciones y uno
no es Dios para perdonar).
Básicamente, tomen en cuenta que
ustedes pueden perder viejas amistades e iniciar guerras familiares por
defender más que una postura o ideología política, un candidato que pasadas las
elecciones se irá a comer y acordará con el otro candidato que defendía tu
pariente o amigo. No olvides que de eso se trata la política.
Pues, por mi parte eso sería
todo. Que tengan un excelente día!
Un mapache apartidario