Ir al contenido principal

El oficio de ser humilde



El viernes pasado salí a un barecillo de la ciudad en donde las meseras usan un corsé preciosísimo  y súper ceñido que resalta sus atributos y se ven muy guapas. Justo eso discutíamos mi acompañante y yo mientras veíamos la posibilidad de tomarnos una foto con nuestra mesera y reíamos de los distintos escenarios para hacer la petición.

Poco después, justo en la mesa de contigua llegó una pareja donde se veía que la chica no iba de buena gana. El tipo como si nada y bien atento con la mesera, grave error. Su acompañante pasó toda la noche tratando mal a la mesera que, en honor a la verdad, ni culpa tenía.

Esta situación me hizo pensar en dos cosas:

  • El nivel de inseguridad de la chica comensal esta cañón.
  • El tema que me ocupa en este post: la humildad ante un oficio digno.


¿A que me refiero con el segundo punto? Bien simple: aprender a respetar todo trabajo y ser humilde.



En mis años de universidad estuve un tiempo igualmente mesereando, he de admitir que es un oficio no muy complicado y que, si sabes llevarlo, es bien remunerado. Este buen trabajo me ayudó a solventar mis gastos extras sin tener que pedirle a mis padres un apoyo más. Ahora, ese buen oficio me enseño algo más importante que a la fecha sigo usando: ser humilde y servicial.

En mi desarrollo profesional he tenido diversos cursos de atención al cliente, manejo de la conversación y CRM y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que aprendí más en el tiempo en el que atendí mesas. ¿Por qué? Simple, porque de una buena atención dependía mi paga.



Actualmente es tan normal que la gente tenga un trato déspota y altivo ante quien realiza un oficio: dícese de una mesera, de un carpintero, de un plomero, etc. Ese sentimiento de ser más que el otro.
Creo firmemente que hace falta que todos pasemos por un oficio antes de entrar de lleno a la vida laboral de un "profesionista", para aprender a trabajar con prudencia, con humildad, con determinación y, sobre todo, con el conocimiento del valor real de un trabajo. Bueno pues, hasta ahí las divagaciones de este fin de semana con aspiraciones a post. Excelente resto xD de semana!

Un mapache servicial


Entradas más populares de este blog

El último tramo

Pues ya estamos en el último tramo del año, de un año más, y como bien sabemos es una etapa difícil, porque todo contribuye a que nos sintamos algo extraños. Probablemente el clima sea lo que más influye, eso y las festividades de muertos y fin de año son lo que nos vuelve introspectivos. En un par de meses nos veremos obligados con las famosas metas de año nuevo; personalmente yo creo que este tipo de ideas no son sanas. Claro, cuando uno es un ejecutivo o un actor de alfombra roja, y va a tener el tiempo del mundo para leer tres mil libros o sumergirse en la dieta y el gimnasio, pues no hay problema, ¿pero y el resto de nosotros? Como siempre, las ideas que el consumismo mete en nosotros hacen mucho más daño del que quisiéramos, y a veces ni nos damos cuenta que están ahí y nos hacen sentir incómodos e incluso a veces hasta nos dañan más profunda y sutilmente de lo que imaginamos. ¿Por qué odiamos de ese modo a Juanita la secretaria, o por qué no podemos ver ni...