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Del amor y otras adicciones



Hace ya muchos ayeres salí con un muchacho que era todo un caballero de armadura oxidada. Fue una época complicada de mi vida en la que dadas las circunstancias externas, había perdido el enfoque de lo que era yo y bueno, eso me llevó a pensar que estar con este determinado muchacho era mi mejor opción.



Vamos, no estoy diciendo que haya sido una mala relación, hasta la fecha sigo muy agradecida con él por haber estado en el momento correcto y haber sido la persona correcta para ese momento. Lo que pasa es que, bueno... Yo no nací para damisela en apuros y es ahí donde ya no me sale formar parte de este tipo de relaciones.

Hay a quien si le funciona, ser esa chica a la que el Príncipe Azul venga y rescate una y otra vez de su miseria. Esto, por obviedad, hace que el caballero en cuestión permanezca porque bueno... El instinto le dice que la tiene que proteger, no?

Y ahí tienes a un Mario, peleando con un Koopa para rescatar a la Princesa Peach, o a un Link en una misión interminable para salvar a la Princesa Zelda. Ya si nos vamos más atrás, podemos hablar de un Quijote que libra combates con los molinos del viento por su Dulcinea, aunque está no sea más real que los molinos.


Aunque suene romántico y toda niña sueñe en su momento con algo así, hay que ser realistas y verlo como lo que son: relaciones codependientes. Esto es: te necesito para ser y soy porque te necesito.

Vamos, que no debemos confundir el amor con la dependencia afectiva. Es esto precisamente lo que ocurre en muchas relaciones de pareja, amistad, etc.  El miedo a la pérdida, al abandono y a muchos otros aspectos hacen nacer relaciones amorosas adictivas e, incluso me atrevería a decir, enfermizas.


El apego, a diferencia del amor, se define como la inclinación, dependencia, afición o adicción hacia algo o alguien. Por ello, el apego (que forma relaciones codependientes) es una causa de sufrimiento porque esclaviza a las personas impidiéndoles ver la realidad; desde ese punto de vista, no hay apegos grandes o pequeños ya que todos son igualmente negativos. El apego es un sentimiento de pertenencia, posesividad, miedo e interés. Es el amor enfermo hacia la otra persona la que provoca la pérdida del norte de la propia vida a causa de estar pendiente del otro.


Entonces, ¿cómo identificar una relación codependiente? pues bueno, algunos de los focos rojos son los siguientes:

  • No puedes vivir sin él o ella 
  • Te alejas de tus amigos
  • Temen a la soledad o bien, a estar sin su pareja
  • Una de las partes se vuelve controladora
  • Ergo, la otra parte obedece instintivamente a lo que la parte controladora dice para no perderla


Estar dentro de una relación codependiente es una situación complicada, por lo que si identificas más de tres puntos de los anteriores en tu relación, ojo. Muchas veces una mala situación personal es lo que te orilla a caer en este tipo de relaciones: el ir saliendo de una relación complicada (para caer en otra), una mala situación en casa, mucho tiempo sin pareja, baja autoestima, etc. Factores, sobran.


Entonces, como toda adicción, la codependencia también es tratable. Lo primero y más importante es saber que estás dentro de una y estar cierto de que no es lo que quieres en la vida. Por mi parte, puedo decir que mi relación fue buena mientras duró. Solo pasó que me di cuenta que yo no era así, que si bien es cierto esta persona estuvo conmigo en un momento en que estar sola no era una opción, tampoco necesitaba de alguien para vivir. Creo que las relaciones se dan para enriquecerte y para poder compaginarte con otra persona que "vibre" igual que tú, no para que una de las partes absorba a la otra. 


Pues bien, este fue otro post más para rellenar este espacio. Opiniones, comentarios y mentadas serán bien recibidas. Disfruten mucho el resto de su semana y vivan la vida bonito.


Un mapache cínico.


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