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A favor de la vida



Qué onda, esos que me leen!

Una disculpa, si es que lo notaron, por el retraso. Ayer olvidé por completo que día de la semana era y bueno... Aquí esta su post!

Desde el fin de semana consideré oportuno abordar el tema, sin embargo el partidazo de la selección me hizo perder el enfoque.

Como sabrán en días pasado los legisladores argentinos aprobaron el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo por 129 votos a favor y 125 en contra. Como era de esperarse se tomaron partidos a favor y en contra. Por una parte el ultrafeminismo que defendía el derecho a elegir y por otra parte los conservadores pro vida.



Sorprende el hecho de que este país de pronto se vuelva un ejemplo regional a favor del derecho a decidir. La década pasada, más o menos, marcó el comienzo de una serie de reformas progresivas en el país que incluyen el matrimonio igualitario, los derechos de las personas transexuales y políticas sobre educación sexual. Sin embargo, antes de esta primavera, el aborto estaba fuera de toda cuestión debido a una combinación de falta de voluntad política y oposición de la influyente Iglesia católica, que lucha en el lugar de origen del papa Francisco.

Sin embargo la noche del 13 de junio de este año, cerca de un millón de personas (mujeres en su mayoría) se reunieron en la Plaza de los dos Congresos copando las calles y esperando novedades detrás de un sistema de vallado puesto para proteger al Palacio Legislativo y para separar la “marea verde” —el movimiento en favor del aborto no punible— de los grupos “provida”.

A lo largo de estos días he escuchado argumentos de ambas partes y, a mi parecer, los más acertados vienen de parte de los conservadores o provida. No puedo plantarme en una posición ya que se trata de un tema muy delicado y con demasiadas aristas. A ciencia cierta creo que me resulta más fácil hablar de política que del aborto.



Ahora bien, a pesar de que la argumentación que me convence más es aquella que dicta que el aborto trasgrede a ese conjunto de células, tengo que admitir que si me correspondiera emitir mi voto a favor o en contra de un proyecto como tal, sin duda apoyaría la moción.

¿Por qué? Simple. Cuando una mujer toma esa difícil decisión, no habrá nada que la haga cambiar de parecer. Y ahí es donde comienza el factor "arriesgar la vida", desde la perspectiva de que, al ser un acto ilícito, deberá acudir a una clínica clandestina sin las instalaciones adecuadas. Un lugar donde el porcentaje de probabilidad de que no salga, es alto. En este sentido, creo que más allá de prohibirles o permitirles, es darles una posibilidad de vivir a esas mujeres que ya están decididas.

Tampoco estoy a favor de hablar de este tema como un tema de salud general. Si bien es cierto, existe esa fracción de abortos derivados de una violación, es completamente cierto que el grueso de los abortos son relativos a un descuido con los métodos de control (anticonceptivos) o bien, el nulo uso de los mismos.



Creo que esta legislación da para muchísimo más que un "lo permito o lo niego". Creo que tiene la sustancia suficiente para incentivar políticas de salud públicas adecuadas a la realidad de una población joven. Es decir, desde la preventiva hasta la resolutiva; educar a hombres y mujeres sobre su papel en una vida sexual activa, como cuidarse, como protegerse y como actuar de forma responsable. Ya después de esto, entonces si hablar de cómo resolver si  todo lo anterior falla e igualmente a asumir responsabilidades por tus actos y las consecuencias de los mismos.

Entonces, ya para cerrar el tema: si, estoy a favor de la vida pero en toda su extensión. ¿Ustedes que opinan?

Un mapache pro vida





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Reivindicando al Chavorruco

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