Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2017

LA VIDA QUE VA

Que onda, esos bichos! Ya que a todos les valió madres y ya ni a comentar vienen, pues voy a escribir de lo que me dé la gana. He de partir con este escrito mencionando que, como habrán podido notar si a ratos me prestan atención, soy una persona muy sedentaria y hasta cierto punto rutinaria. En este mismo sentido debo decir que la mayor parte de mis amistades son verdaderamente de años y procuro mantenerlas, aunque sea con un saludo ocasional y un café de vez en cuando. Así las cosas, tengo un muy reducido grupo de amigos de la época de la prepa. Entre ellos a lo largo de estos años ha habido rencillas por lo que ha habido distanciamientos y lo que en otros años llegaron a ser cenas de fin de año de quince personas o más hechas por nosotros en alguna de nuestras casas, se han ido reduciendo a salidas a algún restaurante de medio pelo entre cuatro o cinco de los sobrevivientes. En lo personal he tratado de mantener contacto con todos y, a excepción de aquel buen hombre

Hacer el amor...

Me dijo Te voy hacer el amor.. Me sirvió una copa de vino, lleno la bañera 3/4, conocía la temperatura exacta cómo me gustaba el agua, me quitó la ropa y me ayudó a entrar... me lavó el pelo, la espalda y los pies. Me llevó a la cama y mientras me secaba el pelo humedecía mi alma, me acostó boca abajo y comenzó a masajear mi espalda, no decía nada pero su suave respiración era lo más bonito que podía oír. No sé en qué momento me dormí... Pero cuando desperté en sus brazos me dijo, hay muchas maneras de hacer el amor, respiré profundo y lo besé. Y esta vez lo hicimos como yo sabia, con el cuerpo.(ese amor salvaje que nace en la piel) El sabe perfectamente como hacer el amor cada día y es que para hacer el amor no es necesario el encuentro físico, se puede hacer el amor de muchas maneras; con una dulce una caricia, una mirada, con una sonrisa cómplice, con un abrazo fuerte y sin decir nada, con un pecho amigo donde esconder las lágrimas.. ¿Con una flor?  No... él nunca me r