Ir al contenido principal

De sexo, confianza y la gozadera



Qué onda, esos que me leen!

Viernes ya y el último del mes. En verdad que en la vida adulta el tiempo se pasa volando! Pues como ya termina la semana y todos andan más relajados, creo que es buen día para hablar de cositas buena onda para sacudirnos la melancolía y malvibrosidad.

Hoy es un viernes para hacer valer la frase de un muy estimado profesor que rezaba "viernes social, sábado sexual y domingo de resurrección". Entonces pues, vamos a platicar de un tema escabroso de ese índole: la seguridad en la cama.

Si, ya se: aquí en el blog todos son unos cabrones que aguantan mil horas y se saben el kamasutra de pi a pa... Pero eso es aquí, donde todos somos modelos y multimillonarios que gustamos de procrastinar mientras alguien más trabaja por nosotros.



Ahora bien, en el mundo real (afuera de la pantallita) todos, sin excepción alguna, hemos tenido momento de duda o incomodidad en la cama. No es un asunto que nos interese hacer del dominio público ni les voy a pedir que compartan sus experiencias, para nada, pero cada uno sabe lo que ha vivido y como lo ha vivido. El punto aquí es darle sustancia a un mal por el que todos hemos pasado: ese "lo estaré haciendo bien?" o bien "soy lo suficientemente atractiv@?"

En ese tenor, a mi parecer no hay un bien ni mal. Simplemente cosas que le gustan a tu pareja y cosas que no. Puede que a una persona si le gusta "eso que tú haces" y a otra definitivamente no le prenda tanto. En cuanto a la segunda pregunta: si ya llegaron al punto del sexo quiere decir que existe una atracción, entonces deja de preocuparte y dedícate a disfrutar. Si terminada la faena resulta que quizás no hubo tan buena química, pues a otra cosa mariposa y tan amigos como siempre! A menos claro que haya algún interés romántico y bueno, entonces ambos tendrán que echarle ganitas para empatar gustos y sabores.



Así las cosas, como un ejercicio individual y previo a salir al mercado, para evitar esos momentos bochornosos en los que pides que apague la luz o decidas vivir debajo de una cobija o escondas tu cara detrás de una almohada al momento de llegar al climax (es real, conozco a alguien que lo hace) te doy estos amenos consejos (extraídos de una fuente cualquiera de la red porque sobra decir que no soy una experta en la materia) que espero te sirvan:

1. Conócete: Deja a un lado los tabúes. Piensa en todo aquello que te hace sentir sexy. Evalúa tus mejores características; emocionales, intelectuales y físicas. Cuando estés con tu pareja explota lo mejor de ti.

2. Explórate: Busca en tu cuerpo las partes que más te gustan de ti físicamente. De esta forma podrás reconocer todo aquello que te proporciona placer. Entrégate a tus fantasías, y celebra el placer que tu cuerpo te puede proporcionar. Tener una buena autoestima permite que tu vida sexual mejore.

3. Evalúate: Reconoce tus límites y ten clara la práctica de un sexo seguro, esta forma evitas caer en situaciones que ponen en peligro tu salud. Siempre es importante que estés consciente de hasta donde quieres llegar y hasta donde no.

4. Déjate llevar: Descubre nuevas experiencias y no te límites. Cualquier práctica mientas no ponga en riesgo tu salud física y emocional, está permitida.

5. Busca tus fortalezas: ¿Eres bueno para el sexo oral? ¿Eres flexible? Para tener una mejor confianza sexual, debes fortalecer tus puntos fuertes y no centrarte en una sola actividad en el sexo, como la penetración.



Pues bueno, hasta ahí la información del día! Tal vez les sea de ayuda, tal vez no. Lo importante es traer algo entretenido para leer y pasar el rato. Vivan la vida! Sean felices, plenos, disfruten, demuestren su amor a quien amen y no dejen para mañana pláticas que pueden tener hoy porque mañana tal vez pueda ser demasiado tarde. Si tienen algo que decir, díganlo sin miedo a nada. Tengan un excelente fin de semana y nos vemos por aquí el lunes o tal vez antes, si encuentro algo padre que traer.

Un mapache meditabundo



Entradas más populares de este blog

Reivindicando al Chavorruco

Qué onda, esos que me leen! Pues hoy es un buen día para tocar un tema que ya traía en la cabeza pero se había escondido entre la maraña de pendejadas que pienso a diario. Resulta que regreso gracias a un hecho acontecido el día domingo. Pues les cuento que estaba conviviendo felizmente con mis primos en el cumpleaños de una de mis sobrinas y mientras reíamos animadamente uno de mis sobrinos osó decirnos "ya bájenle a su desmadre, bola de chavorrucos". (Oh no, you didn't!) Pues sí, pasó que mis primos lo mandaron muy lejos y empezaron a cargarle pila como es costumbre en mi bonita familia, pero en mi cabeza siguió retumbando la palabra. " Los chavorrucos son esos individuos que se quedaron atorados en una época maravillosa de sus vidas… el tesoro de la juventud; etapa que por supuesto no quieren que termine ¡JAMÁS! " No, no me ofende la palabra. Hasta ahora solo me producía gracia pero de un tiempo para acá he estado analizando que