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El último tramo

Pues ya estamos en el último tramo del año, de un año más, y como bien sabemos es una etapa difícil, porque todo contribuye a que nos sintamos algo extraños.

Probablemente el clima sea lo que más influye, eso y las festividades de muertos y fin de año son lo que nos vuelve introspectivos.

En un par de meses nos veremos obligados con las famosas metas de año nuevo; personalmente yo creo que este tipo de ideas no son sanas.

Claro, cuando uno es un ejecutivo o un actor de alfombra roja, y va a tener el tiempo del mundo para leer tres mil libros o sumergirse en la dieta y el gimnasio, pues no hay problema, ¿pero y el resto de nosotros?

Como siempre, las ideas que el consumismo mete en nosotros hacen mucho más daño del que quisiéramos, y a veces ni nos damos cuenta que están ahí y nos hacen sentir incómodos e incluso a veces hasta nos dañan más profunda y sutilmente de lo que imaginamos.

¿Por qué odiamos de ese modo a Juanita la secretaria, o por qué no podemos ver ni en pintura a Adolfo el de nómina? A veces sólo estamos proyectando en ellos cosas que no nos gustan de nosotros, cosas que no nos gustan porque alguien más nos digo que eso estaba mal, o era feo, o, en suma, que no cumple con los estándares de lo que es "lo mejor" en este mundo.

 

 

Hace unos días encontré las imágenes que ven arriba en el TL de Twitter y me acordé de lo que nos platicaba un amigo que es coaching fitness y nos contó que cuando las actrices van a hacerse fotos en cueros básicamente van deshidratas, para que la piel se pegue al músculo y se vea más como según deben verse...

Desde hace años yo tomé una consigna: "trabajar con la realidad", por eso sé que nunca voy a verme como un Thor (papucho), porque para empezar no tengo su estatura, así que aunque me metiera chingos al gimnasio no jamás lograría ese ideal.

O por ejemplo, a veces me sentía mal cuando veía fotos donde salía sentado, se me veía una panzota, luego entendí que, bueno, todos tenemos tripas, y que si no me paro derecho cuando me toman fotos, pues voy a salir todo mal.

En fin, retomando lo de trabajar con la realidad y ya para finalizar. Pues no se sientan mal por lo que la sociedad dice que debemos tener o hacer, que más delgados, que menos pobres, etc. Primero acepten lo que tienen y con base en ello construyan lo mejor que puedan en las condiciones que tienen (como poco tiempo después del trabajo, poca voluntad -no esta mal aceptarlo-) y ya de ahí pal real fijen sus metas reales. Antes que "felicidad", mejor tranquilidad.

Iie

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Reivindicando al Chavorruco

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