Cuando una Mujer se desenamora, siempre lo hace en silencio, lentamente, sin decirlo, sin hacer ruido, hasta llegar al punto de no retorno. A diferencia de nosotros, que francamente se nos nota todo, ellas soportarán tantos errores y decepciones de la persona que aman que incluso muchos hombres llegan a pensar que jamás serán abandonados, pero esto no podría estar más equivocado amigos: Una vez que el agua rebasa el límite, una vez que el costal se ha llenado de piedras, una vez que el corazón de una Mujer se pierde, este se pierde para siempre.
En ese mismo tenor de ideas, les dejo este pequeño cuento de Jorge Bucay:
- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.
El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él. Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:
- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?
Y el hijo contestó:
- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi Amor, ¿verdad madre?
Un mapache pensativo.