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Pensamientos random feminichairos



Qué onda, esos que me leen!

Pues nada más para contarles que mi roomie, la Cuca, y yo estamos de vacaciones así que probablemente este sea el post de toda la semana. Aún no me ha dicho si tiene ganas de hacer el del viernes, pero sospecho que también se va a tomar la semana libre.

Pues bueno, solo me aventé a escribirles estas incipientes líneas feminichairas por la conversación que sostuve esta mañana con una de mis parientas políticas. Resulta que una de mis sobrinas de aquel lado tomó la decisión consciente de separarse a poco más de tres años de vivir con su pareja, papá de su niña de un año. Me comentaba la parienta en cuestión que la chica no tenía una nueva pareja en puerta ni habían tenido problemas. Simplemente ya no había amor.



Caray! Tan simple que suena, no? Ella estaba muy consternada porque a su parecer nuestra generación ya no respeta la sagrada figura del matrimonio y nada nos dura. Pero bueno, siendo honestas, si ya no te gusta... ¿Porque quedarte?

Y entonces llegué a mi pensamiento feminichairo de la semana: no son las parejas, per se. ¡Somos las mujeres que simplemente ya no se nos da la gana quedarnos donde no nos sentimos cómodas!

Pienso en mis amigas, la mayoría de ellas separadas con sus respectivas bendiciones a cuestas pero también profesionistas con un trabajo bien remunerado. Los motivos de las separaciones son variados pero todas coincidimos en un punto: no hay un interés genuino en volver a hacer vida en pareja. 
¿Porqué? Porque... ¿Qué beneficios encuentras en la vida en pareja? Creo que hemos descubierto que nosotras mismas podemos hacernos redes de seguridad lo suficientemente fuertes para tener el soberbio pensamiento de no necesitar de una pareja. Si queremos platicar de nuestro día lo hacemos entre nosotras, organizar vacaciones es mejor con las amigas y sus respectivas crías, mismas que crecen como primos o hermanos. ¿Soporte económico? Vamos, que el respectivo papá no se desentiende de la bendición y procura un trato sano, pero pasa que no necesitas más, el resto lo resuelves sola. ¿Sexo? ¡ay vamos, no sean ingenuos! Ese se consigue donde sea.



Incluso puedo llegar a pensar que estamos abiertas a la posibilidad de una relación bonita, bajo la premisa de que no necesitas que esta misma termine en un bonito matrimonio.

Quién sabe, solo son pensamientos random que surgen mientras hacemos planes para las vacaciones de verano mis amigas y yo. Tal vez hemos descubierto el hilo negro de la eterna soltería de muchos hombres y ni en cuenta. Tal vez es real que ya las parejas no las hacen como antes, pero no creo que el cambio sea malo. Quizás no sea la comunidad gay la que acabe con la figura del matrimonio si no la mujer con sus ideas radicales...



Por mi parte puedo decir que la vida es bonita mientras tu decidas que quieres que sea bonita. En pareja, sola, con amigas, con tus hijos, tus padres, un perro, tus gatos... Mientras sea como tú decides estar.  Bonita semana, escribo de vuelta para el lunes!

Un mapache feminichairo



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