Qué onda, esos que me leen!
Que tal su fin de semana? Espero
que lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute el mío. Les cuento que desde
hace días traje en la mente algunas vivencias de mi época universitaria, recuerdos
de las salidas nocturnas, principalmente.
Con eso en mente, le cuento que
este fin de semana acompañe a un amigo a festejar el cumpleaños de su hermana
menor. Su cumpleaños número 27 y a sus amigas se les ocurrió que sería una
buena idea ir de antro. Pasaban las diez de la noche y llegamos a la entrada de
uno de esos lugares emergentes de la zona de antros tan conocida de mi ciudad. Como
ya es usual en esos sitios, esperamos a que el sujeto de la cadena nos diera
entrada a pesar de contar ya con una reservación. El lugar teóricamente era un
Lounge de Hip Hop, pero estoy segura de que cualquier hiphopero de verdad
sentiría un poco de vergüenza al ir a un sitio así.
La realidad es que la poca música
de hip hop que sonaba era de la más comercial y los comensales, en su mayoría,
no tenían ni idea del tipo de música que teóricamente tendrían que escuchar al
acudir a un lugar así. Eso es en cuanto al contexto, ya hablando en términos
del grupo con el que asistí, todos rondaban entre los 25-27 años.
Lo que me causó mayor curiosidad
fue que estos mismo muchachos se sintieran unos ancianos en comparación con el
resto de las personas que ocupaban el lugar. Imaginen eso como nos dejaba a mi
amigo y a mí? Digo, no tengo ningún trauma en cuanto a mi edad ni me obsesiona
la eterna juventud, sin embargo si considero que para todo hay un momento en la
vida.
He de admitir que durante un
momento breve lapso si me sentí inmersa en esa sensación del grupo en cuanto al
"ya estamos viejos" pero toda vez que recordé que estábamos ahí disfrutar, mandé al diablo los complejos.
Fue una noche padre, hasta eso.
Si bien es cierto nunca he sido fan de ese tipo de lugares, prefiero los bares
o los billares, pasé un buen rato bailando y saltando, burlándonos de nosotros
mismos ya que... Nadie es tan importante!
No hay intención alguna detrás de
estas letras, solo platicar un poco del día a día y de las cosas irrelevantes
que pueden hacer a una persona esbozar una sonrisa. Tengan una excelente
semana!
Un mapache antrero