Que tal, mis queridos lectores de
todas partes!
Hace unos días pregunté si
estaban interesados en que recuperara una sección que a mí me gustaba mucho y
como les valió madres... Pues igual hice mi santa voluntad, como es costumbre
:/
Decidí retomar la sección con el
libro que le dio vida a mi nombre, o al menos al nombre que empleo aquí. Es un
libro que tiene lugar en la época de la Guerra Fría y la perspectiva que da el
autor, tomando en cuenta la vida del mismo, es feroz en cuanto al tema del
socialismo. Esa parte de la narrativa y el contexto enriquece sobre manera la
trágica historia de amor que nos cuenta.
Esta es la historia de dos
parejas, unidas por la complicidad de algunos de ellos. La forma en la que
aborda las relaciones, dándoles un aspecto caso filosófico, hace tan llevadera
la lectura que se vuelve difícil de dejar. Por una parte están Tomás y Teresa,
la siempre sufrida y nostálgica Teresa; por otra están Sabina y Franz.
Tomás, un médico con ideas
políticas fuertes encuentra en su camino a Teresa, una mujer simple de campo de
la que se enamora y a la cuál decide proteger, cual cachorro desvalido. Ella,
por su parte lo idolatra y ve en él todo lo que siempre ha querido. A esta
dulce historia de amor le hace falta un poco de realidad, misma que es traída
por la falta de interés en la monogamia de parte de Tomás. El separa por
completo el sexo del sentimiento y cada que tiene oportunidad se embarca en una
nueva aventura, siendo su única constante Sabina... La gran Sabina, esa mujer independiente,
bohemia y enamorada del arte.
Ella es la única amiga de Tomás,
conoce todo su historia y lo quiere, a su modo. Lo quiere a sabiendas de que
jamás serán nada más y que él no espera nada más. Ella a su vez tampoco busca
la seriedad de un compromiso pero disfruta compartir con Franz su tiempo.
Franz, por su parte, ve en Sabina una mujer llena de ideas, pensante y
revolucionaria; una mujer decidida que siempre tiene algo que decir y que no se
guía bajo las reglas sociales. Cada paso que da Franz lo da pensando en la
aprobación o desaprobación de ella.
Y así es como cuatro personas se
ven envueltas en un contexto de guerra, donde se ven obligados a vivir en el
exilio. Un contexto que los obliga a exponer la naturaleza de cada uno de
ellos.
Teresa, la siempre etérea Teresa,
vive atormentada por los celos al conocer de la relación que Tomás tiene con
Sabina y saber que ella siempre estará ahí. Por su parte, Tomás sabe que ama a Teresa y que no está dispuesto a perderla, pero no puede evitar esa parte de su
ser, esa sexualidad que para él es independiente de la relación establecida.
Así, con Sabina es con quien
puede ser tal cual es, con ella comparte un aspecto de su ser que Teresa jamás
comprenderá.
Entonces, los celos de Teresa por
Tomás, el terco amor de éste por ella opuesto a su irreflenable deseo de otras
mujeres, el idealismo lírico y cursi de Franz, amante de Sabina, y la necesidad
de ésta, amante también de Tomás, de perseguir incansable, una libertad que tan
sólo la conduce a la insoportable levedad del ser, se convierten de una simple
anécdota en una reflexión sobre problemas filosóficos que, narrados de forma
embriagante, se vuelven una historia extraordinaria.
Una simple Teresa,
con aspiraciones a Sabina.