Que tal, visitantes de todos
lados!
Hoy tengo ganas de hablar de un
tema que, por la forma en la que lo voy a abordar, se que va a causar algunas
opiniones encontradas, pero bueno... Me gusta decir lo que pienso.
En octubre del año pasado un
suceso sacudió Hollywood: las acusaciones de acoso sexual en contra del
productor Harvey Weinstein. Esta situación dio impulso a un movimiento virtual
que ya había venido formándose y terminó de tomar forma gracias a la
representación Hollywoodense: el Hashtag #MeToo.
Este Hashtag ha sido ocupado para
denunciar tanto agresiones como acoso sexual, tiempo antes del suceso que
menciono en el párrafo pasado. Después de la acusación al productor, actrices
como Alyssa Milano, Patricia Arquette, Rosario Dawson y Heather Graham, así
como otras mujeres del medio como Ellen Degeneres, Lady Gaga y Sheryl Crow
hicieron uso del mismo para descubrir algo que ha sido un secreto a voces en la
esfera del medio artístico: el acoso que sufren las mujeres. Hace algunos días
el movimiento permeo al medio artístico mexicano, siendo la primera en hablar
Karla Souza, señalando que fue violada por un director al inicio de su carrera.
Este tema a más de ser delicado,
tiene muchas aristas de temas pendientes de aclarar. Si bien es cierto, creo en
la validez del supuesto de no denunciar al momento, también creo (como muy muy
personal punto de vista) que muchas no lo hicieron en el tenor de continuar con
su carrera, dejando de lado la figura del acoso y asumiéndolo como una parte
del contrato.
Entiendo que muchas se sienten
protegidas al resguardo de una legión de mujeres agredidas que forman lazos de
apoyo y, por ende, toman la difícil decisión de levantar la voz y hacerle saber
al mundo que fueron vulneradas. Esa parte de ninguna forma me atreveré a
cuestionarla, no.
La parte que yo me cuestiono,
relativa a algunas actrices de Hollywood y el caso específico de la Souza, es
que tanta parte fue vulneración y que tanta parte fue una contraprestación.
Suena frío, no? Quizás, pero si lo ponemos en letra ellas vendieron algo a
cambio de un papel y al día de hoy, amparadas por un trend topic, evidencian al gran elefante blanco.
Al ser entrevistada la misma Souza
señaló que cuando ella notaba que un productor se sentía atraído por ella,
hacía uso de sus encantos para obtener un favor. Digo, no está mal. Si conoces
tus alcances y limitaciones y consideras que esta vía es la única que tienes
para obtener algo, está bien! Lo que está mal, nuevamente desde mi muy personal
punto de vista, es hacerlo y después culpar al otro de haberte visto con
lascivia y haber hecho un objeto de ti porque... Querida, la primera en
"cosificarse" fuiste tú .
Entonces, mis queridos
visitantes, ustedes que opinan? Momento de empoderarse o simplemente subirse al
tren del mame? decida usted y tenga una excelente semana!
Solo un mapache más