Hola que tal!
Les cuento que este fin de
semana, en un arrebato de locura, decidí ver de nueva cuenta una película que
hace muchos años me había hecho llorar a mares. Y, como ya lo esperaba, lo
volvió a conseguir. La película tiene por título "Quedate a mi lado" o en inglés "Stepmon".
La temática es relativa a la
nueva pareja de un hombre divorciado hace tres años y la mala relación que la
nueva chica tiene con la ex y los adorables engendros. La reseña oficial a la
letra dice:
" 'Quédate a mi lado'
cuenta la historia de Isabel, una fotógrafa de éxito que comienza a salir con
un hombre divorciado y con dos hijos. Aunque la relación con él es
extraordinaria, Isabel tendrá que lidiar con los retoños de su nueva pareja,
quienes harán todo lo posible por complicarle la vida para que se sienta
desolada y corte la relación lo antes posible. Esto se debe a que ninguno de
los dos acepta a otra mujer que no sea su madre, Jackie, una persona que ha
dejado una gran huella en ambos debido a que siempre que están juntos se
sienten totalmente protegidos y animados. No obstante, el papel de la
protagonista será el de tratar de conquistar a los dos pequeños con sus propias
armas, siendo consciente en todo momento de que no será una misión nada fácil
de cumplir con motivo de su carácter peculiar y un tanto irritante en ciertos
instantes."
Porque traer esta película al
blog? Simple, el tema de una relación después del matrimonio siempre me ha
causado curiosidad. He de admitir que tengo una buena relación con mi ex y,
aunque por mi cabeza nunca ha rondado la idea de regresar, no podría imaginarme
como sería conocer a una nueva persona con la que decida pasar su vida. Menos
aún, pensar en una persona que conviviría con mi hija.
Por otro lado, no me veo a mi misma
presentándole a mi hija una nueva pareja o bien, informándole a mi ex que habrá
alguien más. Y vamos, no es que no haya salido con nadie después de él, es
simplemente que me resulta un tema delicado y no me gustaría ir por la vida
creando falsas expectativas.
Otra parte que también pesa es el
gran temor de volver a fracasar. No es un "no quiero volver a fallar"
es más bien esa vulnerabilidad que te deja, ese mal sabor de boca. Por otro
lado, la gran cuestionante que planteas a tu antigua pareja, esa pregunta
latente que no estás dispuesta a hacer: Porque crees que esta vez funcionará y
el nuestro no?
No me encuentro ante una negativa
cerrada, simplemente creo que no es fácil volver a involucrarse emocionalmente con
una persona al grado de estar dispuesto a pasar el resto de tu vida a su lado,
otra vez... A veces, esta cínica, prefiere disfrutar de las bondades de una
relación liviana y de cargar poco equipaje, antes de volver a decir "si,
acepto".
Un mapache cínico